HAY ALGO EN EL AIRE  (1990 Taxi Records)



“Hay algo en el aire”
 es su primer álbum en solitario. Editado en 1990 muestra la capacidad del autor de fusionar la música clásica, el rock sinfónico y la electrónica con gran coherencia y destreza.
Se rodea de un selecto grupo de amigos, todos ellos excelentes y reputados músicos de la escena española.
Este disco fue una referencia fundamental dentro de la entonces llamada “New Age” en Europa.

“La belleza de las melodías que flotan en el aire de este primer trabajo en solitario de Eduardo Laguillo es máxima. Su habilidad como compositor en la construcción de una atmósfera musical extremadamente apacible es también extraordinaria”

G. D. METROPOLIS


“El sonido de Laguillo es ecléctico. Con reminiscencias orientales, sinfónicas y clásicas, pero con la mayor impronta de originalidad que he podido escuchar en los últimos años.Gracias.

 S.H. “AÑO CERO”


A mí, que rara vez apuesto, no me representa esfuerzo alguno afirmar que la voz de Eduardo Laguillo define inmejorablemente esa búsqueda desesperada de identidades, que, algunos, después de tres lustros de encontronazos poco fructíferos, confunden con lo “nuevo”. Es un diestro pianista que ha proporcionado a los textos de Nicoidsky y Gelman una dimensión que, acaso, ocultaban, ofreciendo un modelo de unidad y armonía al que habrá que estar en tiempos venideros.”

Luís Martín, crítico
“Músicos New Age serían básicamente los que reúnen las citadas características, desde los que se plantean la música antigua desde nuevas perspectivas a los que hacen obras con ordenador y/o los que utilizan instrumentos conocidos -violín, piano, oboe…- desde perspectivas estéticas totalmente desconocidas. Entre ellos, desde Vangelis, Pat Metheny o William Aura, al griego Yanni o la irlandesa Enya. En España, Eduardo Laguillo, Luís Paniagua…”

Ramón Trecet, Periodista


“Con “Hay algo en el aire” Eduardo laguillo nos ofrece unos temas llenos de color y lirismo que abren nuevas vías de expresión a la música española actual.”
La actuación de Laguillo fue magistral, y es que tuvo de todo lo bueno, profesionalidad, rigor, improvisación y, sobre todo, creatividad. Con una intimidad y sencillez desacostumbrados en los escenarios musicales, fue desgranando temas de diferentes partes del mundo, significadas por su sentido trascendente.”

Conciencia Planetaria



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